Alcances de la tecnología como pregunta por el ser y la vida

30 06 2010

Jorge Daniel Vásquez

Intentamos inscribir nuestra reflexión en relación a las posibilidades de la tecnología en relación a los alcances que podemos hacer en cuanto ésta constituye un problema que permite comprender las imbricaciones de la filosofía con los saberes prácticos y su utilización. Las barreras entre la naturaleza y el artificio, como diría François Gros (1990: 192)  parecen diluirse a partir del desarrollo de las biotecnologías; sin embargo, la contemplación ante un acontecimiento de esta magnitud no puede un acto inocente, sino que suscita la crítica desde la perspectiva contextualista y de profundidad filosófica (la pregunta por lo humano o por lo que nos hace humanos) y de los alcances que esta problemática tiene en el horizonte del poder y del cuidado de la vida en término de cuestionamientos éticos. Por lo tanto, no pretendemos establecer una sanción ante el desarrollo científico-tecnológico (bio-tecnológico) en sentido apocalíptico sino hacer una lectura de Heidegger que pueda decir algo en el contexto actual marcado impregnado de interrogantes vitales como las planteadas por Gros: “¿va el hombre a acaparar, o ha “acaparado” ya, la naturaleza humana misma?” (pág 179).

Alcances de la meditación heideggeriana sobre la técnica

Al hacer una lectura La pregunta por la técnica nos queda claro que el concepto metafísico occidental de correspondencia (como concepto de verdad) no revela la esencia de la técnica por el hecho que,  para entender la esencia de la técnica, debemos entender que ésta permanece en lo instrumental.

Identificar la técnica moderna como la explotación es  un primer punto crítico que se establece a partir de la comparación con la técnica artesanal en la que el hombre y naturaleza están cotejados y en la cual éste no es un dominador. Hay una economía de autosubsistencia que opera más allá de la explotación. Evidentemente este razonamiento es lo que nos llevará a pensar en la necesidad de evitar que lo humano se convierta en simple “material” humano. Tal como lo presenta el filósofo Jorge Acevedo en su estudio sobre Heidegger y la época técnica:

“El ser se dona, se da o destina al hombre actual – y así, lo destina- en la figura de la técnica moderna. A partir de esta destinación el hombre devela lo que hay de una manera técnica; está en la verdad (desvelamiento), y a la par en la no-verdad (velamiento) técnicamente”. (Acevedo, 1999) Lee el resto de esta entrada »





El panóptico contemporáneo

17 07 2009

Jorge Daniel Vásquez

El panóptico es una metáfora ineludible en el análisis contemporáneo acerca del poder y la vigilancia y esto se debe a que la reflexión original de Michel Foucault acerca del “panoptismo” ha marcado significativamente la forma de ver y comprender las relaciones sociales. El panóptico es, originalmente un diseño arquitectónico del filósofo Jeremy Bentham realizado con el fin último de mejorar la sociedad mediante la aplicación de un sistema de vigilancia que provoque en los presos un estado de obediencia sin necesidad de coerción y que mediante la interiorización de las reglas llevara al consenso[1]. Sin embargo, como Foucault demostrara en su obra Vigilar y castigar es precisamente en la “amenaza coercitiva” y en la interiorización del sistema de poder en donde se basa la supuesta obediencia de los presos: “La eficacia del poder, su fuerza coercitiva, han pasado, en cierto modo, al otro lado –a  la superficie de su aplicación. El que está sometido a un campo de visibilidad, y que lo sabe, reproduce por su cuenta las coacciones de poder; las hace jugar inconcientemente sobre sí mismo; inscribe en sí mismo la relación de poder en la cual juega simultáneamente los dos poderes; se convierte en el principio de su propio sometimiento.”[2]. Por lo tanto, el panóptico, desde que Foucault lo analizara dejó de ser únicamente el diseño de una cárcel para pasar a convertirse en la figura representante de una combinación entre la tecnología política y el poder ejercido mediante la vigilancia.

Esta vigilancia sería para todos pero ejercida en relación al privilegio de unos pocos a través de la adopción del modelo del panoptismo en las diferentes instituciones públicas combinando los dos niveles de este fenómeno: la vigilancia real y introyección de la vigilancia que realiza el sujeto observado.

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información el fenómeno de la vigilancia ha experimentado transformaciones en diferentes sentidos. Reg Whitaker, autor de El fin de la privacidad haciendo un relectura del análisis de Foucault y de la transportación de este modelo a la fábrica a inicios del siglo XX por el teórico Frederick Winslow Taylor, encuentra que el punto común entre el modelo panóptico de Bentham  y el panóptico contemporáneo está en que una mayor capacidad de vigilancia requiere de una mayor concentración de conocimiento útil. Lee el resto de esta entrada »





Relaciones humanas y afectividad en la modernidad tecnológica

17 07 2009

Reflexiones a partir de la lectura de “El eros electrónico” de Román Gubern

 

Jorge Daniel Vásquez

 

La modernidad tecnológica obliga a pensar en la transformación de las relaciones humanas debido a que la comunicación crea una nueva forma de entender la interacción entre biología y cultura que hacen del ser humano un animal cultural o animal simbólico. El conjunto de símbolos que permiten la comunicación de la humanidad, en la era actual de las nuevas tecnologías, encuentra en la televisión un espacio privilegiado por referir los consumos culturales. Vivimos en una sociedad de la pantalla que, a decir de Román Gubern, encuentra en el teleputer (de televisor + computer) el lugar central en la panoplia de las nuevas tecnologías y que ha logrado que “en el umbral del nuevo siglo el televisor esté dejando de ser un terminal audiovisual que recibe pasivamente unos pocos mensajes monodireccionales para adquirir un estatuto de artefacto poliutilizable, que primará la autoprogramación y la interactividad de su operador”[1]. Es decir, que en la coyuntura actual las relaciones humanas se debaten entre una cultura claustrofóbica (que enfatiza en la seguridad del hogar) y la cultura agorafílica (que se desenvuelve en el peligro de la calle). La segunda evita el riesgo de la “soledad electrónica” que es el nuevo tipo de paramnesia mediática que puede llegar a ser un motivo contemporáneo para la depresión.

La modernidad tecnológica es una propuesta que multiplica el tiempo de ocio del cual disponemos las personas pero sigue siendo una falacia el mejoramiento de  la capacidad adquisitiva de las clases populares. Lee el resto de esta entrada »





Tecnología, cultura y lenguaje

17 07 2009

 

Relaciones encontradas a partir de la lectura de “Ciberculturas 2.0”  de Alejandro Piscitelli

 

Jorge Daniel Vásquez

 

            Para comprender la sociedad cambiante hay que partir del reconocimiento que los giros que se presentan en el orden mundial y que repercute en nuestros ordenes locales no son simplemente provocados por revoluciones que responden a fechas fundantes sino que los principales artífices de las mudanzas de la humanidad son los cambios tecnológicos y de forma especial los que corresponden a la tecnología comunicacional.

            Como dice Alejandro Piscitelli “no sabemos si la naturaleza humana cambió drásticamente a lo largo del tiempo. Lo que sí sabemos es que las personas hacen cosas diferentes en entornos distintos”[1] y esta constatación nos orienta en la reflexión de que resulta inapropiado discutir si el cambio se ha dado en la “naturaleza humana” porque las transformaciones que evidenciamos en la cotidianidad son de carácter cultural. Es decir, las transformaciones hacen referencia a todo aquello que la humanidad ha producido pero sin cerrarse a la posibilidad que señalan “los integrados” al decir que, en el devenir de la historia pueda producirse una interfaz mínima entre los aparatos y los seres humanos que haría a los humanos más inteligentes gracias a la amplia red de computadores y usuarios que nos convierte a todos en entidades de “inteligencia más que humana”. Entonces, la hipótesis fundamental consiste en aceptar que, desde la construcción de computadoras dotadas de una inteligencia-más-que-humana (IMQH) llegaremos a una neuroingeniería que proveerá los medios para aumentar exponencialmente la inteligencia humana. Lee el resto de esta entrada »





Las imágenes que pueblan la sociedad contemporánea

18 02 2009

 

 

Jorge Daniel Vásquez

 

 

Se encuentra confrontado

con una imagen de sí mismo

pero bastante extraña en realidad[1]

 

Marc Augé

 

 

 

            Las formas de vida en la sociedad contemporánea impiden descartar la perspectiva comunicacional de cualquier análisis que pretenda dar razón los fenómenos que ahora la marcan.

            Es claro que las formas de vida o modos de ser en el marco de la modernidad-mundo presentan una sensibilidad emergente que reviste con nuevo rostro algunas de las actitudes fundacionales de las sociedades humanas.

            Una serie de las actitudes fundamentales en el mundo contemporáneo son aquellas que muestran el esquivamiento de la fijación, tales como el peregrino, el turista, el paseante, el vagabundo. Particularmente el nomadismo, no sólo como un significante que se puede evidenciar en las expresiones juveniles neo-tribales y que se hacen visibles a través de creativos mecanismos de ocupación del espacio público, sino como una condición de la existencia humana en un mosaico de escenarios imbricados en los cuales las barreras entre los campos (económico, cultural, científico…) son cada vez más borrosas.

            El tema de la no-fijación no escapa al pensamiento comunicacional principalmente desde dos vertientes. Primero, es una manera de construcción de sentido en la coyuntura paradójica de la posmodernidad; y, segundo, el desarrollo de nuevas tecnologías han acortado el mundo de tal forma que el espacio es algo cada vez más comprimido debido al carácter globalizado de las experiencias humanas.

 

a)      De la figura del  peregrino a  las imágenes del mundo posmoderno

 

La metáfora sigue siendo una forma de identificar las características del mundo contemporáneo que resultan esquivas a la representación debido a la sobre-exposición de imágenes del consumo. Lee el resto de esta entrada »





Formas de vida y Cultura Tecnológica

10 08 2008

 

 

Jorge Vásquez A.

 

 

Lo menos frecuente en este mundo es vivir.

La mayoría de la gente existe, eso es todo.

 

Oscar Wilde

 

 

La reflexión sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) nos remite a ese campo de batalla en el cual se disputa el sentido de lo que somos. Ese campo de batalla es la cultura y es revelante preguntarnos por las tranformaciones que se han dado lugar en ella con el desarrollo de las NTIC o, mejor aún por las circunstancias culturales que han impulsado la aparición de nuevas tecnologías.

Ese debate sobre «cuál es» el factor determinante para este nuevo escenario social pretende encontrar la causa de la nuevas formas de experimentar la vida. El problema es que el interés por la causa (tanto si las tecnologías provocan los cambios culturales como si la cultura presta las condiciones para el desarrollo de la tecnología) corresponde todavía a una inquietud circunscrita a una racionalidad lineal y no una fenomenología que permita la comprensión del advenimiento de una cultura tecnológica. Lee el resto de esta entrada »





Poder no lineal: McLuhan y Haraway

8 06 2008

PODER NO LINEAL: McLUHAN Y HARAWAY

Jorge Vásquez A.

 

 

Scott Lash presenta la problemática del poder dentro de la cultura tecnológica en la cual somos parte integrante a través de unas formas tecnológicas de vida que condicionan a quienes integramos un nuevo orden caracterizado por unas nuevas estructuras de la información.

Remontándose a los principios teóricos de Marshall McLuhan para luego confrontarlos con los aportes de Donna Haraway presenta la necesidad de una crítica de la información en la era de la no-linealidad. Lee el resto de esta entrada »